El restaurante selecciona a personas que suministren productos frescos, orgánicos y de temporada, generando un impacto positivo en su entorno y trabajando con la filosofía de sembrar modelos de producción más sostenibles.

La carta del restaurante está basada en la honestidad, con recetas transmitidas de generación en generación y cocinadas con cariño, como si estuvieran vestidas de domingo, listas para una foto de familia.

En este restaurante se busca que los clientes se sientan como en casa, ofreciendo un ambiente acogedor y familiar. Además, se ofrece la posibilidad de pedir una bata y babuchas si se desea.

Además de servir desayunos, brunch, comidas y meriendas, el restaurante también ofrece la venta directa de productos del campo a la mesa, como huevos ecológicos y vinos naturales.