El servicio en este restaurante es increíble, con camareros súper atentos y amables que no se pierden ningún detalle. El trato es profesional y cercano, lo que hace que te sientas muy a gusto durante tu visita.

La pizza que probé en este restaurante, preparada por la cocinera Sara, estaba deliciosa. Era una pizza napolitana de atún, bacon y jamón de york, con un sabor increíble y un tamaño generoso que me sorprendió gratamente.

Sin duda alguna, recomendaría este restaurante tanto para ir en pareja como en familia. El ambiente acogedor y la calidad de la comida hacen que sea un lugar ideal para disfrutar de una buena comida en compañía.

En general, destacaría la calidad de la comida, el excelente servicio por parte del personal, la atención a los detalles y la comodidad del ambiente. Además, la ubicación en un barrio tranquilo y la variedad de platos italianos hacen de este restaurante una excelente opción para disfrutar de una comida deliciosa.